Un conflicto vecinal escaló de tal formas que cuatro jóvenes rompieron la puerta de ingresó de una casa, efectuaron detonaciones en su interior y atacaron a un adolescente de 17 años con quien tenían problemas de vieja data.
Un grupo de jóvenes ingresó durante la noche de ayer a una casa del barrio Nuevo Golf para atacar a un adolescente, de 17 años, a quien golpearon y dispararon unas armas de fuego para amedrentarlo. Si bien la víctima conocería a los agresores, se negó a aportar información a la policía y a identificarlos.
El hecho ocurrió en jurisdicción de la comisaría quinta y se trata de un conflicto vecinal que arrastra ya varios días y que incluye una denuncia previa por episodios de violencia.
El jueves a la noche, en calle 73 al 4800, cuatro jóvenes bajaron de un auto negro y luego rompieron a patadas la puerta de ingreso de una casa.
Una mujer de 43 años que se encontraba en la vivienda escuchó los ruidos y fue sorprendida por los jóvenes que ingresaron súbitamente e inmediatamente fueron a buscar a su hijo, de 17, a quien golpearon.
Los agresores sacaron armas de fuego, dispararon en la casa y le exigieron a la mujer y su hijo que retiraran la denuncia que habían presentado en el pasado y luego se retiraron.
Un llamado al 911 alertó a la policía de la situación y personal de la comisaría quinta fue hasta el lugar. Al llegar, fueron agredidos por el adolescente que había sido golpeado, quien aparentemente se encontraba bajo los efectos de estupefacientes.
Una vez que entre la mujer y la policía pudieron calmar al adolescente, este se negó a aportar información sobre los motivos de las agresiones y tampoco quiso identificar a las otras personas.
El personal de la comisaría quinta reconoció que esa misma casa de la calle 73 al 4800 ya había sido allanada en el pasado, en una causa en la que encontraron armas en el lugar.
Policía científica realizó pericias en la vivienda y halló una vaina servida, sin lugar de impacto. El adolescente presentaba heridas leves y no quiso ser asistido por los médicos.
El hecho, caratulado como “violación de domicilio, abuso de armas y lesiones” es investigado por el fiscal Alejandro Pellegrinelli.